Paternidad en la separación: Cómo mantener un vínculo sano con tu hijo

Cuando la relación entre padres se torna insostenible hasta el punto de suscitarse el divorcio, suele suceder que una de las dos figuras tiende a hacerse con la custodia del niño. En general, la madre es quien se encarga de los cuidados del peque, abriendo camino a una situación difícil para cualquier papá: la paternidad en la separación.

Y es que la situación más frecuente es aquella en la que se va perdiendo progresivamente la importancia del papel del padre. Sobre todo porque no sabe cómo desempeñar su función, volviéndose pasivo respecto de las decisiones de la madre.

Podemos decir que la paternidad en la separación es, en otras palabras, “devorada” por la maternidad. Ahora, la clave fundamental para mantener un vínculo sano con tu hijo tras el divorcio, es conquistar la relación con él/ella en aras de sintonizarte con sus necesidades.

El hecho es que el papel del papá divorciado es bastante complicado, especialmente porque es él quien debe abandonar la casa. He aquí donde es común preguntarnos: ¿Cómo mantengo un vínculo sano con mi hijo? Desde Institutret vamos a ilustrarte para conseguirlo, siguiendo algunas reglas inquebrantables.

Paternidad en la separación: 9 reglas que no debes romper

Durante un período de separación, la solución idónea sería que el niño permaneciera en la misma casa y que los padres se turnaran. A los peques les cuesta adaptarse a nuevos ritmos y entornos, sobre todo cuando ya tienen que aceptar la separación de sus progenitores.

Si esto no es posible y el papá tiene que mudarse a otra casa, ¿cómo debes llevar la paternidad en la separación y lograr mantener una buena relación con tu hijo? Te recomendamos seguir estas 9 reglas.

  1. Crea oportunidades para estar juntos, sin obligar

Cuando los niños aún son pequeños no es muy difícil encontrar la oportunidad de jugar con ellos. Caso contrario ocurre durante las fases de la preadolescencia y la adolescencia.

La razón es simple; en esta etapa ellos comienzan a desarrollar relaciones con sus compañeros y, no es seguro que quieran pasar las tardes de fin de semana con su papá en lugar de sus amigos.

En estos casos, el padre debe comprender si, al rechazar sus invitaciones, su hijo intenta distanciarse de él o si simplemente tiene sus propias necesidades. Es fundamental darle oportunidades, pero al mismo tiempo dejarle la posibilidad de elegir, sin presionarlo.

Una propuesta viable podría ser verse durante la semana. Eso sí, procura ser flexible y evita hacerle experimentar sentimientos de culpa para que comparta contigo.

  1. Usa las palabras adecuadas

La comunicación verbal implica utilizar palabras tranquilizadoras con los/as niños/as, que sean capaces de darles la garantía de que siempre serán amados, cuidados y protegidos.

Nuevamente a través de las palabras, puedes hacer entender a tu hijo que reconoces sus manifestaciones emocionales. Haz que el peque tenga la seguridad de que mamá y papá harán todo lo posible para que su vida sea menos difícil de lo que es hoy.

  1. Mantente cerca de él/ella

La comunicación no verbal afirma la gran importancia de todo aquello que no pasa por las palabras. Especialmente en el período de transición, cuando se cambia de hogar, de hábitos y de convivencia, es recomendable estar muy cerca de los hijos, abrazarlos, mimarlos y sacarlos a pasear.

Procura hablar de todo con él sobre lo que están viviendo y colorearlo con connotaciones emocionales.

  1. No obligues a tu hijo a conocer a su nueva pareja de inmediato

Algunos niños al principio no quieren ir a la casa de su papá, porque visitarlo implica tener que estar también con su nueva pareja, incluso, con su familia extendida.

Si, por tanto, tu hijo expresa la necesidad de estar a solas contigo, no significa que esté mimado o que su madre lo manipule. Puede ser que simplemente quiera estar a solas contigo por un tiempo y necesita que le aseguren que no lo abandonarás.

  1. No a las vacaciones obligatorias

Uno de los problemas más comunes en la paternidad en la separación es que los hijos suelen vivir las vacaciones con ansiedad. Sobre todo porque saben que tendrán que hacer malabarismos entre su madre, su padre y sus familiares.

¿Pero dónde surge el conflicto? De las exigencias del padre o la madre. Nuestro consejo es no abrumar a vuestros hijos, obligándolos a realizar viajes o visitas obligadas.

El papá, por su parte, debe poder tranquilizar a niño y, si es necesario, renunciar a pasar las vacaciones juntas, sin parecer decepcionado o enojado. De esta manera se construye un vínculo que lleva al peque a ver en su padre un apoyo durante las dificultades.

  1. Tener autoridad a pesar de estar lejos

La autoridad no depende de cuánto tiempo pasas con tu hijo, sino del tipo de figura paterna que le ofreces. Lograrlo, por supuesto, implica comprender la complejidad del niño y adaptarte a sus necesidades.

Ten en cuenta que la paternidad en la separación no supone que perderás autoridad porque vivas lejos. Uno de los puntos débiles de todo padre divorciado es la comprensión de lo que significa tener un papel de autoridad, incluso, en los momentos de dificultad de su hijo y ser tolerante.

  1. Internet y las redes sociales pueden ser tus aliados

En la actualidad, para poder mantener un vínculo sano con tu hijo, puedes apoyarte del Internet y las redes sociales, independientemente de lo que creas y de las críticas que escuchamos todos los días.

Hablamos de una buena herramienta con la que los niños y los padres pueden mantenerse en contacto, incluso, si están distantes. Es un hecho, las relaciones virtuales pueden ser muy profundas y representar una forma de contacto con papás lejanos. Todo depende de cómo uses la red.

  1. Mantén tus hábitos

Uno de los principios de la paternidad en la separación es proporcionar estabilidad y continuidad a tu hijo mediante la práctica de hábitos de la vida diaria. Algunos marcan el ritmo, emocional y de otro tipo, como las comidas, el sueño y todos los demás momentos en los que tú (como papá) asegura la cercanía con tu peque.

Es fundamental, por tanto, organizar junto con tu hijo, las tareas que deberá realizar la madre y las que tendrás que hacer tú. Todo ello, con la finalidad de establecer aquellos acontecimientos del día que deberán ser similares a los de antes de la separación, aunque se experimenten en diferentes hogares.

  1. Estar dispuesto a celebrar juntos

¿Qué hacer en caso de ocasiones importantes y días festivos? ¿Es preferible celebrar juntos o por separado? La prioridad debe ser la serenidad del niño, pero sin dejar de lado tu participación.

Crear momentos puede resultar agotador, sin embargo, el cumpleaños es una ocasión importante para el niño, ya que lo que se celebra es su existencia.

Recuerda, el mensaje de tranquilidad que debéis dar a vuestro hijo es: “Nos separamos, pero no nos separamos de ti, eres parte de nuestra existencia y lo seguirás siendo también en el futuro”.

Conclusiones

Los niños tienen una extrema necesidad de seguridad. Crecen esperando que sus papás sean perfectos, de manera que sentir tu confianza y compromiso, les asegura la posibilidad de recibir afecto y cuidado. De hecho, les anima a construir relaciones sociales positivas con amigos y parejas una vez que se convierten en adultos.

Una paternidad en la separación que se muestre distante y desinteresada, puede generar tormento y sufrimiento en el peque, por lo que se sentirá mejor si su padre está comprometido con mantener el vínculo afectivo tras mudarse a otro lugar.

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