La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes y debilitantes que, por lo general, deriva de un sentimiento de pérdida o pérdida real. Una de cada cinco personas de hecho han presentando síntomas de depresión algunas vez en sus vidas, sin embargo, reconocerlos no es un proceso sencillo. Como casi todas las enfermedades mentales, la depresión no puede “verse” desde el exterior, sino que debe reconocerse a partir de ciertos criterios.

Comúnmente, sentirse deprimido o deprimida significa ver el mundo a través de anteojos con lentes oscuros: todo parece más aburrido y más difícil de manejar, incluso cosas simples como levantarse de la cama o ducharse. Muchas personas con síntomas de depresión experimentan esa sensación de que los demás no pueden comprender su estado de ánimo y que son innecesariamente optimistas.

Para muchas personas, la depresión es como un gran agujero negro. Pero este trastorno tiene muchas facetas. En este artículo desglosaremos información relevante acerca de esta enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo.

Depresión: Concepto y características

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, una función psíquica importante para la adaptación. El estado de ánimo suele ser flexible el ser humano. Es decir, cuando las personas experimentan eventos o situaciones agradables, se flexiona hacia arriba, mientras que se flexiona hacia abajo en situaciones negativas y desagradables.

Curiosamente, las personas con este trastorno no muestran esta flexibilidad, pero su estado de ánimo se inclina hacia debajo de manera constante independientemente de las situaciones externas. No es casualidad, por tanto, que quienes tengan síntomas de depresión presenten frecuentes e intensos estados de insatisfacción y tristeza, de hecho no suelen sentir placer en sus actividades cotidianas habituales.

He aquí otros elementos importantes que caracterizan esta enfermedad:

• Una alteración específica del estado de ánimo: tristeza, soledad, apatía.
• Un autoconcepto negativo asociado con el reproche y la culpa.
• Deseos regresivos y autocastigos: deseos de escapar, esconderse o morir.
• Cambios vegetativos: anorexia, insomnio, pérdida de la libido.
• Cambio en el nivel de actividad: retraso o agitación.

Las personas con depresión viven en un estado de mal humor constante y con pensamientos negativos y pesimistas sobre sí mismas, sus semejantes y su futuro. También es posible incluso que el/la paciente no presente alteraciones del estado de ánimo.

Los síntomas de depresión

Los síntomas de depresión más comunes suelen ser de carácter biológico, como falta de apetito, pérdida de energía, fatiga, dificultad para concentrarse y memoria, agitación motora y nerviosismo. Incluyendo pérdida o ganancia de peso, alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia), falta de deseo sexual y dolor físico.

Es importante destacar que la ciencia suele centrarse en los síntomas biológicos y somáticos de la depresión, pero a veces olvida las experiencias subjetivas. Y es que los síntomas de depresión de corte biológico también vienen acompañados de las vivencias emocionales típicas de la depresión.

Muchos estudios indican que los síntomas subjetivos como el estado de ánimo depresivo, los sentimientos de desesperanza y la autoevaluación tienen la misma importancia, incluso mayor, que los síntomas biológicos.

Síntomas subjetivos:

• Tristeza.
• Angustia.
• Desesperación.
• Insatisfacción.
• Sensación de impotencia.
• Pérdida de la esperanza.
• Sensación de vacío.
• Pérdida de interés.

Síntomas cognitivos:

• Dificultad para tomar decisiones y resolver problemas.
• La rumia mental (pensar en su malestar y las posibles razones).
• La autocrítica y la autodespreciación.
• El pensamiento catastrófico.
• El pensamiento pesimista.
• Trastornos del sueño.
• Vacío interior.

Síntomas conductuales:

• Evitación de las personas.
• Aislamiento social.
• Conductas pasivas.
• Quejas frecuentes.
• Reducción de la actividad sexual.
• Intentos de suicidio.
• Apatía.

Tal vez uno de los de los síntomas de depresión más evidentes es que, además de experimentarse una profunda tristeza y abatimiento, también se pierde el interés por las actividades que normalmente nos apasionan.

Cada depresión es diferente: ¿Cuándo ir al psicológico?

Cada depresión presenta características diferentes. Por tanto puede presentarse en varios grados: leve, moderada y severa. Solo un médico o psicólogo puede hacer un diagnóstico preciso.

Conviene señalar que una depresión no implica la práctica de malos hábitos o de pereza. Es una enfermedad en la que el metabolismo cerebral también juega un papel importante. En presencia de depresión, normalmente se crea hiperactividad de todo el sistema corporal de hormonas del estrés. Hay estudios incluso que indican un desequilibrio especialmente a nivel de neurotransmisores: serotonina, noradrenalina y dopamina.

¿Qué hacer? ¿Debemos ir a un médico directamente? Al decidir si buscar ayuda profesional, dos puntos son relevantes: el sufrimiento individual y la limitación percibida. ¿Qué significa esto concretamente? Si percibimos la situación actual como muy difícil y la estamos sufriendo, es necesario buscar la ayuda de un psicólogo/a, como los que contamos en Institut Ret. Lo mismo ocurre si los síntomas nos limitan en el trabajo, en la intimidad o en nuestro tiempo libre, por ejemplo si no nos permiten realizar nuestras tareas y deberes o si nuestras relaciones se ven afectadas.

Conclusiones

Los síntomas de depresión no deben confundirse con un estado de ánimo temporalmente negativo. Los sentimientos negativos como el dolor, el desánimo o la apatía los experimentamos todos y forman parte de la vida del ser humano.

Particularmente después de las peripecias del destino o en momentos de mucho estrés, los sentimientos negativos son completamente normales. Forman parte de hecho de una “reacción saludable”, siempre y cuando no perduren en el tiempo o nos desencadenen trastornos graves en la vida cotidiana. Por el contrario, podríamos considerar que estamos inmersos en una depresión.

En Institut Ret encontrarás al psicólogo/a adecuado/a para ayudarte a superar vuestras dificultades emocionales y trastornos como la depresión.

Francesc Sorribes

Codirector del Institut RET y del Posgrado y Máster en Terapia Racional Emotiva Conductual. Licenciado en Psicología por la Universidad de Barcelona (UB). Psicólogo General Sanitario colegiado nº 11.700 (COPC) con la acreditación de Experto en Psicoterapia por la EFPA (Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos) otorgado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP). Supervisor Internacional en Terapia Racional Emotiva Conductual y miembro asociado al Albert Ellis Institute de New York. También tiene formación de Posgrado en Terapia Sexual y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) y por la Universidad de Barcelona (UB), y entrenamiento en EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares) por el EMDR Institute de San Francisco.

Presidente de la Asociación Española de Terapia Racional Emotiva Conductual (AETREC) y miembro de la Sociedad Catalana de Sexología Clínica (SCSC), de la Sociedad Catalano-Balear de Psicología (SCBP) de la Academia de Ciencias Médicas y Baleares (ACMB), de la Federación Española de Sociedades Sexológicas (FESS) y de la Asociación de Especialistas en Sexología (AES).