Ser feliz es el objetivo que todos los seres humanos queremos alcanzar en nuestras vidas. Hablo de ese sentimiento de plenitud que nos hace pensar que la existencia cobra sentido para nosotros.

Es cierto, todos queremos llegar a ese estado de positividad, pero la gran pregunta es: ¿Y cómo lo logro? ¿Cómo puedo ser feliz? Bueno, primero déjame contarte que la felicidad es algo que se siente y se trabaja.

Para comprenderlo mejor, la psicología positiva nos da una serie de pistas sobre qué tipo de acciones puedes realizar de forma consciente y constante, en función de que la mayor parte de tu tiempo experimentes ese sentimiento de dicha y júbilo.

1. Valora y disfruta el presente

¿Cuántos de nosotros nos pasamos el día pensando en las vacaciones, planificándolas, y cuando llegan ya estamos pensando en lo siguiente y no nos detenemos a saborear el momento?  Bueno, la primera de las acciones más importantes que nos señala la psicología de la felicidad es aprender a disfrutar el presente.

Independientemente de que estemos inmersos en una clase de estrés global donde estamos todo el día corriendo, conectar con el momento actual es lo que nos va a producir bienestar.

Sí, disfruta de lo que tienes ahora. No te angusties por el mañana o por las cosas que viviste, ya que el futuro es incierto y el pasado no existe. Aprende a disfrutar de los pequeños placeres a diario.

2. Practicar la escritura expresiva

¿Practicar la escritura expresiva? ¿Qué significa esto? Pues, aprender a escribir nuestros sentimientos, llevar un diario sobre cómo me te has sentido y has reaccionado.

Y es que al escribir tus sentimientos, pasan dos cosas:

• Mejoramos nuestro foco atencional. De esta forma la ansiedad se disipa porque estamos centrados en el ejercicio de la escritura.

• Liberamos energía. Incluso diferentes estudios han demostrado que practicar la escritura expresiva, reduce la conductividad de la piel. Es decir, nos relajamos y nuestro estado de alteración baja.

Al fin y al cabo, plasmar nuestros sentimientos en papel te ayudará a comprender y a clarificar las emociones que experimentas, de hecho, te ayudará a aprender de tus errores.

3. Responder constructivamente a las alegrías de los demás

Estoy seguro de que muchas veces has oído que la alegría, para sentirla de forma intensa, se tiene que compartir. Y esto es clave para ser feliz.

Aprender a compartir las alegrías ajenas o a disfrutar los éxitos de los demás, hace que se generen mejores emociones en nosotros mismos. De hecho, además de sentir bienestar, mejoraremos la relación con estas personas, haciéndolas más sólidas y genuinas.

Ten en cuenta que no solo disfrutarás de tu propio éxito, sino que aprenderás a disfrutar de los éxitos ajenos. Al final, la alegría es un sentimiento que se contagia muy fácilmente y si aprendemos a cultivarla por los demás y por nosotros, esta emoción se convertirá en un bucle que se irá retroalimentando constantemente.

4. Practicar la gratitud y la generosidad

La gratitud y la generosidad son dos tipos de emociones muy potentes que se relacionan con vibraciones de tipo delta, de tipo zeta, de tipo alfa. Es decir, energías con las que nuestro cerebro está en perfecta sintonía con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

Es importante aprender a cultivar, sobre todo, la gratitud. ¿Por qué? Porque estamos asumiendo que tenemos muchos motivos en nuestra vida para sentirnos felices. Es más, así haremos frente a esa sensación de carencia.

En el mundo actual, donde el materialismo nos vende una vida de ensueño, es muy sencillo caer en la tiranía de: «me falta esto, me falta lo otro, cuando logre X objetivo, cuando tenga tal coche, voy a ser feliz». Agradecer a diario nos hará conectar con lo que somos, lo que tenemos y por lo que podemos estar agradecidos.

No olvides esto:

• Cada día, tenemos motivos para agradecer, bien sea simplemente por el hecho de poder abrir los ojos y estar leyendo este post ahora mismo. Esto puede ser un gran motivo de gratitud.

• Comparte con los demás sin esperar nada a cambio y la vida te lo retribuirá el doble. Practicar la generosidad te ayudará muchísimo a ser feliz.

5. Dedica tiempo a eso que te apasiona

Puede que tengas un empleo que te quite muchas horas. Porque, ciertamente, todos tenemos gastos que cubrir y responsabilidades familiares con las que cumplir. Sin embargo, evita que la única prioridad en tu vida sea hacer dinero. Destina un espacio para dedicarte a la actividad que te apasiona.

¿Te encanta cantar? ¿Escribir historias? ¿Jugar futbol? Etc. Deja un lugar en tu agenda para hacer eso que te gusta. Incluso, si ves la posibilidad de sacarle un beneficio económico a esa actividad y convertirla en tu principal fuente de ingreso, hazlo.

Convertir lo que te apasiona en tu trabajo, te permitirá disfrutar la vida al máximo y ser feliz con lo que haces. ¿A quién no le encantaría vivir de lo que le encanta? Eso sí, no olvides disfrutar el presente, practicar la escritura expresiva, celebrar la alegría de los demás y practicar la gratitud.