5 pasos para llegar a acuerdos en los conflictos de pareja

En el idílico mundo de las comedias románticas, las parejas siempre parecen resolver sus diferencias de manera fácil y natural. En la vida real, sin embargo, los conflictos de pareja son inevitables.

Cuando dos personas con diferentes personalidades y perspectivas se juntan, es natural que haya desacuerdos. Estos pueden ser pequeños, como qué ver en la televisión, o grandes, como cómo criar a los hijos.

El hecho es que los conflictos de pareja son normales, incluso, las más felices tienen sus desacuerdos de vez en cuando. Por supuesto, resulta importante saber cómo resolver estos conflictos de manera constructiva, dado que negociar hace que las relaciones se fortalezcan y prosperen.

A continuación exploraremos cinco pasos basados en la comunicación efectiva, la empatía y el respeto mutuo, en aras de alcanzar la paz en los conflictos de pareja.

 

Índice de contenidos

Cómo llegar a acuerdos en los conflictos de pareja

La habilidad de llegar a acuerdos en los conflictos de pareja es una de las piedras angulares de una relación sana y duradera. Es la capacidad de dos personas para superar sus diferencias y encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes.

En una relación de pareja, los conflictos pueden surgir por cualquier motivo. Ya sea por diferencias de opinión, desacuerdos sobre las prioridades o simples malentendidos.

He aquí donde surge la necesidad de negociar, una habilidad que se puede aprender y mejorar con el tiempo. Eso sí, hay 5 pasos que en ayuda a las parejas a llegar a acuerdos de manera efectiva, como:

  1. Reconocer que hay un conflicto

El primer paso para resolver un conflicto es reconocer que existe. Ello puede ser difícil, especialmente si estás en medio de la emoción del momento, sin embargo, lo mejor es ser honesto contigo mismo/a y con tu pareja sobre lo que está sucediendo.

Una vez que hayas reconocido que hay un problema, puedes comenzar a pensar en cómo abordarlo. He aquí algunos signos que indican la existencia de un conflicto de pareja:

  • Cambios en la comunicación: La pareja puede empezar a evitar hablar de ciertos temas, o a discutir con más frecuencia.
  • Cambios en el comportamiento: Es cuando ambos comienzan comportarse de manera diferente, por ejemplo, siendo más distante, irritable o crítica.
  • Cambios en las emociones: Se presentan cuando la pareja experimenta sentimientos de enfado, tristeza, frustración o ansiedad.

 

  1. Establecer un momento y un lugar para hablar

Una vez que hayas reconocido que hay un conflicto, resulta fundamental establecer un momento y un lugar para hablar. Esta acción ayudará a garantizar que ambos/as tengan la oportunidad de expresar sus opiniones sin sentirse presionados/as o atacados/as.

Elige un momento en el que ambos/as estén tranquilos/as y sin distracciones. También es clave elegir un lugar privado en el que no haya interrupciones.

Veamos otras recomendaciones para establecer un momento y un lugar para hablar cuando hay un conflicto de pareja:

  • Propón un momento y un lugar que sean convenientes para ambas partes.
  • Sé flexible y dispuesto/a a negociar.
  • Sé paciente y comprensivo/a.
  • Recuerda que el objetivo es resolver el conflicto, no ganar la discusión.

 

  1. Escuchar con atención

¿Ya estás listo/a para hablar? Entonces es importante escuchar con atención a tu pareja. Este paso implica escuchar sin interrumpir, juzgar ni defenderte. Cuando escuchas con atención, estás demostrando que te importa lo que tu pareja tiene que decir, además, ayudará a crear un ambiente de confianza y respeto.

Es importante escuchar con atención lo que la otra persona tiene que decir, incluso, si no estás de acuerdo con ella. Eso sí, esfuérzate por intentar comprender su punto de vista y sus sentimientos.

Ahora, cómo escuchar con atención cuando hay un conflicto de pareja requiere:

  • Mirar a la otra persona a los ojos.
  • No interrumpir.
  • Hacer preguntas para aclarar lo que la otra persona está diciendo.
  • Expresar tu comprensión de lo que la otra persona está diciendo.

  1. Expresar tus sentimientos y necesidades

Expresar tus sentimientos y necesidades cuando hay un conflicto de pareja es un acto de coraje que demanda honestidad vulnerabilidad y respeto. Conviene destacar que esta acción no significa culpar ni atacar a tu pareja, simplemente hablar con sinceridad sobre cómo te sientes y lo que necesitas.

Cuando expresamos nuestros sentimientos y necesidades a nuestra pareja, estamos construyendo un puente entre nosotros/as y estamos abriendo la puerta a la resolución del conflicto.

Algunos consejos para realizar este acto de manera efectiva son:

  • Empezar por decir cómo te sientes. Utiliza frases como “me siento” o “me hace sentir”. Por ejemplo, en lugar de decir “Siempre me ignoras”, puedes decir “Me siento triste y sola cuando no me prestas atención”.
  • Describir el comportamiento que te ha provocado esos sentimientos.
  • Expresar tus necesidades. ¿Qué necesitas de tu pareja para que te sientas mejor?
  1. Buscar soluciones mutuamente aceptables

El objetivo de un conflicto es encontrar una solución que sea aceptable para ambas partes. Por supuesto, llegar a un acuerdo puede ser difícil, pero es importante ser flexible y estar dispuesto/a a negociar.

Evita tomar una postura inflexible o tratar de imponer tu voluntad a tu pareja. En cambio, céntrate en encontrar una solución que satisfaga las necesidades de ambos/as. Para lograrlo recomendamos:

  • Tratar de ver el conflicto desde el punto de vista de la otra persona.
  • Ser creativo/a y busca soluciones que no hayas considerado antes.
  • Estar dispuesto/a a ceder en algunos aspectos.

Conclusiones

Los conflictos de pareja son una parte normal de cualquier relación, sin embargo, resulta primordial saber cómo resolver estos conflictos de manera constructiva.   Claro está, llegar a acuerdos requiere esfuerzo y compromiso, aspectos que, sin duda, pueden fortalecer tu relación.

Seguir los cinco pasos descritos en este artículo, por otro lado,  ayuda a las parejas a resolver los conflictos de manera efectiva. Sobre todo porque se basan en la comunicación efectiva, la empatía y el respeto mutuo.

Buscar soluciones consensuadas al conflicto es una habilidad esencial para cualquier relación. Cuando se procura resolver el problema, sin querer imponer un punto de vista y que satisfagan a ambas partes, se abre paso a la posibilidad de construir una relación más fuerte y duradera.

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