Sexualidad y embarazo: mitos y verdades
¿Es desaconsejable mantener relaciones sexuales durante los primeros o últimos meses de gestación?
En ninguna etapa es desaconsejable mantener relaciones sexuales. En el primer y tercer trimestre se puede producir una disminución del deseo sexual por diversas causas relacionadas con los cambios corporales. Pero, de ningún modo, si no existen anomalías previas o problemas durante el embarazo, no es desaconsejable mantener relaciones sexuales sino que incluso son beneficiosas para la mujer y para el bebé ¡él siente también las contracciones y el placer!
¿Es posible que durante los primeros meses exista riesgo de aborto por lesión o rotura de la placenta?
Puede que en los primeres meses exista este riesgo, pero no es por mantener relaciones sexuales, sino por otros motivos. El bebé está protegido por el líquido amniótico, la placenta y el útero está cerrado, por lo que no pasa nada si tenemos relaciones sexuales.
¿Hasta qué mes del embarazo es posible la práctica de relaciones sexuales?
Durante todo el embarazo, aunque en las últimas semanas de embarazo se puede producir una disminución del deseo en la mujer por diferentes causas como el volumen, el peso, la incomodidad y cambios hormonales, y también en el hombre por miedos a dañar el feto. El 75% de las parejas dejan de tener relaciones en el último mes.
¿En qué casos específicos sería desaconsejable esta práctica?
Si ha habido abortos espontáneos, si hay signos de aborto, cuando exista riesgo de parto prematuro, si hay rotura de bolsa, sangrado, placenta previa, infecciones vaginales o si la pareja tiene alguna enfermedad de transmisión sexual, por ejemplo.
¿Cuáles son los riesgos inherentes a la actividad sexual durante el embarazo? ¿Cómo evitarlos?
Los riesgos inherentes que pueden haber son los relacionados con la higiene. Mantener unos genitales limpios evitará infecciones.
¿Puede el coito producir procesos infecciosos en la mujer por penetración de bacterias? ¿En qué meses de gestación es más posible?
El coito no produce procesos infecciosos. Lo que produce infección son las enfermedades de transmisión sexual y una mala higiene de los genitales, manos o boca.
¿Pueden producirse contracciones uterinas o sangrado vaginal? ¿En qué casos?
Lo que puede ocurrir en ocasiones es que haya un pequeño sangrado debido a la irritación del cuello del útero o porque se rompen pequeños vasos del cuello uterino, pero nada importante. Lo que si esto ocurre, es conveniente hacer una revisión con tu médico para descartar que hayan otras causas.
¿Es habitual que la mujer experimente una disminución o aumento del deseo sexual en esta etapa? ¿Por qué?
Es normal que el deseo sexual fluctúe durante el embarazo debido a causas hormonales y por sintomatología diversa del embarazo. Los peores trimestres suelen ser el primero debido a las náuseas, cansancio, malestar, miedos de aborto, y el último trimestre por el volumen, los cambios en el cuerpo, miedos a un parto prematuro o a dañar al bebé. El mejor trimestre es el segundo, es un periodo de mayor estabilidad y sensibilidad genital, lo que a muchas mujeres les ha llevado a tener orgasmos más rápidos y múltiples.
¿Cuáles serían las posiciones más cómodas y seguras para la mujer embarazada?
Las mejores posiciones son la de la mujer arriba o de costado por detrás. Son más cómodas y permiten una penetración menos profunda.
¿Suele disminuir en esta etapa el deseo por parte del hombre?
Suele disminuir o aumentar todo dependiendo de su interpretación. Hay hombres que les encanta hacerlo con una mujer embarazada, debido a los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer como el aumento de mamas, los genitales tienen mayor volumen, el aumento de flujo vaginal, los cambios en el olor y sabor, y la experiencia de intimidad que se genera. En cambio, hay otros que por prejuicios y miedos, se sienten incómodos y prefieren evitar tener relaciones sexuales por no dañar el bebé o por miedo que el bebé vea su pene, por ejemplo.
¿Cuáles son las limitaciones en la práctica sexual durante el post-parto?
En el posparto los cambios más frecuentes en la sexualidad son: la disminución del deseo sexual y dolor en la penetración. Las causas pueden ser: la disminución de la lubricación (por lo que es aconsejable el uso de lubricantes vaginales), molestias físicas en los pechos y genitales, los puntos de la episiotomía, asumir el rol de madre y el estrés que conlleva, los cambios en la pareja y problemas que surgen, y lo cambios en la imagen corporal.
Codirector del Institut RET y del Posgrado y Máster en Terapia Racional Emotiva Conductual. Licenciado en Psicología por la Universidad de Barcelona (UB). Psicólogo General Sanitario colegiado nº 11.700 (COPC) con la acreditación de Experto en Psicoterapia por la EFPA (Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos) otorgado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP). Supervisor Internacional en Terapia Racional Emotiva Conductual y miembro asociado al Albert Ellis Institute de New York. También tiene formación de Posgrado en Terapia Sexual y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) y por la Universidad de Barcelona (UB), y entrenamiento en EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares) por el EMDR Institute de San Francisco.
Presidente de la Asociación Española de Terapia Racional Emotiva Conductual (AETREC) y miembro de la Sociedad Catalana de Sexología Clínica (SCSC), de la Sociedad Catalano-Balear de Psicología (SCBP) de la Academia de Ciencias Médicas y Baleares (ACMB), de la Federación Española de Sociedades Sexológicas (FESS) y de la Asociación de Especialistas en Sexología (AES).