La violencia sexual no es tu culpa: cómo superar el trauma
La violencia sexual es un flagelo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se trata, sin duda, de una experiencia devastadora que puede tener un impacto profundo en la vida de la víctima, dado que generan traumas que se manifiestan de muchas maneras.
Y es que las personas que han vivido esta experiencia suelen experimentar síntomas físicos, emocionales y conductuales, como ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT), problemas de sueño, dificultades sexuales y baja autoestima.
De manera que si has sido víctima de violencia sexual, resulta importante buscar la guía profesional de un terapeuta altamente cualificado para ayudarte a procesar el trauma y desarrollar estrategias en función de superar el problema.
A continuación desentrañaremos información relevante sobre la violencia sexual. ¿Qué es? ¿Es tu culpa? ¿Cómo superar los traumas? Etc.
Índice de contenidos
Violencia sexual: Concepto y factores que influyen
La violencia sexual se define como cualquier acto sexual que se lleva a cabo sin el consentimiento de la persona afectada. Ello puede incluir acciones tan diversas como la violación, el acoso sexual, el abuso sexual infantil, el incesto y la explotación sexual.
Este flagelo suele suscitarse en cualquier lugar, en cualquier momento y a cualquier persona. Puede, además, ser perpetrada por un familiar, un amigo/a, un conocido o un extraño.
Ahora, los factores que influyen en la violencia sexual, generalmente, se dividen en tres categorías principales: factores individuales, factores interpersonales y factores sociales.
- Factores individuales
Los factores individuales están relacionados con la persona que comete la violencia sexual. Algunos de estos incluyen:
- Trastornos mentales: Los individuos que sufren de trastornos mentales, como la psicosis, la depresión o la ansiedad, tienen un mayor riesgo de cometer violencia sexual.
- Abuso en la infancia: Quienes han sido víctimas de abuso sexual en la infancia suelen presentar un mayor riesgo de cometer violencia sexual en la edad adulta.
- Uso de alcohol y drogas: El consumo de estas sustancias también puede aumentar la probabilidad de que una persona se convierta en perpetradora de este acto sexual despreciable.
- Razonamiento moral deficiente: Aquellos que poseen un razonamiento moral deficiente tienen altas probabilidades de verse tentado a propiciar este escenario.
- Factores interpersonales
Son aquellos elementos que se asocian con la relación entre la persona que comete la violencia sexual y la víctima, como por ejemplo:
- Desigualdad de poder: Quienes tienen más poder que la víctima, como un padre, un tutor o un profesor, tienden a cometer violencia sexual.
- Confianza: Es común que las personas con una relación de confianza con la víctima, como un familiar, un amigo/a o un/a compañero/a de trabajo, incurran en este acto.
- Idefensión de la víctima: Las personas que son vulnerables o indefensas, como los/as niños/as, las personas con discapacidad o que han sufrido un trauma, enfrentan altas posibilidades de ser víctimas de violencia sexual.
- Factores sociales
Son esos factores inherentes a la sociedad en general, de hecho, los podemos clasificar en tres puntos importantes:
- Normas sociales: Las normas sociales que apoyan la violencia sexual, como las que consideran que es aceptable que los hombres ejerzan poder sobre las mujeres, pueden aumentar estos episodios desagradables.
- Pobreza: La pobreza puede aumentar el riesgo de violencia sexual, ya que las personas que viven en condiciones precarias tienen menos recursos para protegerse de la violencia.
- Desigualdad de género: La desigualdad de género, como la discriminación contra las mujeres, actúa como catalizadores de escenas de violencia sexual.
¿Es culpa de la víctima?
Una de las preguntas más difíciles que enfrentan las víctimas de violencia sexual es si la culpa es suya. Hay que recordar, por tanto, que este acto nunca es culpa de la víctima. El agresor es el único responsable de sus acciones.
Es una realidad que las víctimas de violencia sexual pueden sentirse culpables por una variedad de razones.
- Piensan que hicieron algo para provocar la agresión, o que podrían haber hecho algo para evitarla.
- Se sienten avergonzadas o culpables de haber sido violadas.
- Pueden tener dificultades para entender lo que sucedió y por qué, conduciendo a sentimientos de culpa y confusión.
- Intentan justificar el abuso como una forma de proteger su propia autoestima, creyendo que si se siente culpable, significa que no es una víctima.
Conviene destacar que la violencia sexual es un crimen. No es algo que la víctima haya hecho o no. Es un acto de violencia y agresión que se comete contra la voluntad de la víctima.
Síntomas del trauma de la violencia sexual
Los síntomas del trauma de la violencia sexual pueden variar de una persona a otra. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Recuerdos recurrentes del evento
- Pesadillas
- Ataque de pánico
- Evitación de situaciones que recuerden el evento
- Problemas de concentración
- Problemas para dormir
- Cambios en el apetito
- Sentimientos de culpa, vergüenza o enojo
¿Cómo superar el trauma?
No hay una respuesta única para esta pregunta. El proceso de sanación es diferente para cada persona, sin embargo, hay algunos consejos que pueden ayudar a las víctimas de violencia sexual a superar el trauma.
- Reconocer el trauma. El primer paso es reconocer las secuelas de esta experiencia. Ello suele ser difícil, ya que el trauma causa sentimientos de vergüenza, culpa y enojo.
- Buscar ayuda profesional. Un/a terapeuta está capacitado/a para ayudarte a procesar el trauma y desarrollar estrategias orientadas a superarlo.
- Hablar con alguien en quien confíes. Compartir tu experiencia con alguien que te apoye tiende a ser bastante útil para comenzar el proceso de sanación.
- Unirte a un grupo de apoyo. Los grupos de apoyo son capaces de ofrecer un espacio seguro para compartir tu experiencia con otras personas que han pasado por la misma situación.
- Cuidar de ti mismo. Es importante cuidar de tu salud física y mental. Haz ejercicio, come sano y duerme lo suficiente.
Conclusiones
Superar el trauma de la violencia sexual es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo, sin embargo, es posible sanar y vivir una vida plena. Recuerda que no estás sola/o. Hay millones de personas que han vivido esta experiencia y han superado el trauma, gracias a que existe ayuda profesional para tratar las consecuencias derivadas de este acto.
Eso sí, hablamos de una experiencia traumática que puede tener un impacto duradero en la vida de la víctima. Se requiere tiempo, esfuerzo y apoyo para superar el trauma y reconstruir tu vida.
Tampoco olvides que la víctima no es culpable de lo sucedido. El perpetrador es el único responsable. Si, por tanto, has sido víctima de violencia sexual, recomendamos que busques el respaldo de un terapeuta especializado en estos casos.