Infidelidad
¿Infidelidad o adulterio?
Según el Diccionario de la Lengua Española (Espasa-Calpe, 2005) la palabra Infidelidad quiere decir “falta de lealtad”, es decir, “falta de nobleza, confianza, franqueza, honestidad”.
La infidelidad se relaciona con la traición, falsedad, engaño, ingratitud o vileza.
En cambio, la palabra Adulterio quiere decir “relación sexual de una persona casada con otra que no sea su cónyuge” y se relaciona con la “falta de legitimidad”, es decir, con la conformidad y adecuación a la ley establecida.
Aunque ambas se usan indistintamente, no quieren decir lo mismo. Mientras que la infidelidad se refiere a una cuestión de lealtad, confianza, el adulterio se refiere más a una cuestión legal, de ley.
¿Qué es la Infidelidad?
Como hemos dicho anteriormente, la infidelidad hace referencia a una falta de lealtad, nobleza, confianza, franqueza y honestidad. Es la ruptura del pacto afectivo y sexual que tiene con su pareja.
Por tanto, la infidelidad no necesariamente tiene que referirse al plano sexual sino que uno puede sentirse traicionado por el trabajo de su cónyuge, sus aficiones, o sus amigos. No obstante, nosotros nos centraremos en la infidelidad sexual
En cuestión, la infidelidad es la falta de honestidad en la pareja. Es el sentimiento de traición de un pacto o compromiso el que puede hacer romper la relación.
Los pactos en la pareja
Los pactos se refieren a los contratos establecidos por las parejas y que deben estar hechos con reflexión, flexibilidad y libre albedrío de ambos y no por tradición impuesta. Están para servirnos y no para convertirnos en sus siervos como dice Montserrat Calvo en su libro “Sexualidad Atlética o Erotismo”.
Los pactos tienen que basarse respetando el derecho de cada uno de los miembros a tener pensamientos, deseos, opiniones y sentimientos distintos a los nuestros. Básicamente hay dos tipos de pactos:
- a- Monogamia o Poligamia
La monogamia se define como la relación conyugal entre dos personas; y la poligamia como la relación conyugal entre varias personas. - b- Exclusividad sexual o variedad sexual
Además de decidir entre relaciones monógamas y polígamas, puede elegir entre la exclusividad sexual o no. Es decir, poder tener relaciones sexuales fuera de la relación. A estas relaciones se les llama abiertas mientras que a las exclusivas, cerradas.
Desde un punto de vista psico-emocional podríamos decir que en el ser humano existe un fuerte deseo de crear un vínculo único y exclusivo con algunas pocas personas, y otro deseo antagónico, que es el de la curiosidad y explorar la diversidad de la vida, tal como nos dice Alberoni en su libro “Sexo y Amor”. El primero, nos impulsa a crear vínculos duraderos, el sentido de la posesión y los celos; el segundo, a explorar, experimentar, curiosear y a la promiscuidad.
En el enamoramiento es la única etapa donde convergen ambos deseos. Posteriormente, la relación va cambiando entre estar más unidos y buscar la variedad. En temporadas predomina más uno que otro.
Posteriormente al enamoramiento, los pactos en la pareja pueden determinar en qué grado y de qué manera satisfacemos el deseo de variedad.
Frecuencia del Infidelidad
La infidelidad parece estar presente muy frecuentemente en las parejas. Se aproxima que el 50% de las parejas han tenido alguna relación de infidelidad a lo largo de su vida. La frecuencia es similar en ambos sexos.
Causas de la infidelidad
Los motivos que pueden llevarnos a la infidelidad son básicamente cuatro:
- Monotonía y aburrimiento en la pareja o en su vida personal que lleva a la persona a la búsqueda de nuevas sensaciones.
- Insatisfacción con la pareja y se buscan “soluciones temporales” que sirven para tapar las carencias de la relación.
- Un modo de vengarse de la pareja y hacerle daño.
- Una manera de dejar a la pareja, buscando un sustituto para dar el paso.
¿Qué hacer para superar una infidelidad?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que se necesita tiempo para recuperar la confianza en la pareja, aceptar la situación y tomar distancia. En segundo lugar, revisar los motivos que han dado lugar a la conducta de infidelidad. En tercer lugar, buscar soluciones y alternativas. Y por último, establecer nuevos pactos, que permitan crecer a la pareja desde un nuevo entendimiento.
Una infidelidad no tiene por qué ser el motivo de destrucción de una pareja, pues puede aportarnos una nueva dimensión en la pareja hasta ahora aún no explorada.